COFFEE

Amado Coffee

Aún recuerdo como si fuera hoy mismo el día que tu madre – que siempre tuvo un sexto sentido para identificar “a la buena gente” –  y yo fuimos a ANAA y te reconocimos. Los dos supimos que eras tú, y los dos nos hubiéramos llevado a cualquiera. Éramos todos muy jóvenes, y tu madre y yo…de alguna manera supimos que nuestra historia iría ligada a la tuya. Luego tuvimos la total certeza de que, en realidad, habías venido a nosotros para guiarnos. Parecía que te cuidábamos, pero en realidad estaba sucediendo todo lo contrario.

Hemos vivido una larga vida juntos. Hemos estado siempre pegados…17 años sin dejarnos solos ni un día.  Hemos recorrido medio mundo. Al principio hacinados en el que siempre será “tu coche”, hemos visto el mar, la montaña, la nieve, el rio, animales de todos los colores…. ¡Lo hemos pasado genial! ¡Sin coger ni un avión! Y tú… nos has visto crecer como personas, cómo pareja, cambiar de trabajo, cambiar de casa, de ambiente, de amigos incluso…. Siempre ahí, silencioso. Acompañando. Todo a cambio de un par de horas diarias de paseo perruno piel con piel.

Nosotros también hemos visto cómo te hiciste un joven guapo y apuesto cazador. Naciste para ser hijo único, siempre fuiste el rey de la casa 😊 Pero supiste hacer hueco y acoger a todos los que lo necesitaron, enseñaste a Chulo como a tu hermano pequeño y salvaste a Kim de un final trágico. ¡¡Quién te iba a decir a ti que salvarías a un GATO!!

Montañero por naturaleza, y fiel y noble como pocos.  Como la vida de albergue tuvo el precio de tu esterilización siempre mantuviste la distancia con las perrunas. Sin embargo, nunca te faltó una novia en cada puerto 😊 Es sabido que las chicas se sienten más atraídas por los guapos canallas que pasan de ellas. Jejjeje.

También tuviste tu época de madurez total, en la que mirabas condescendiente el ir y venir perruno, escogiendo de forma exquisita tus compañías y disfrutando de los pequeños placeres de siempre…oler verde y estar con nosotros. Disfrutar de un paseo y una siesta. Zampar. Viajar. Hasta el punto de que nunca te acostumbraste a quedarte solo. ¡No os vayáis por favor ¡

Luego llegaste a mayor…. Y poco a poco te ibas apagando…Tuviste que dejar de acompañarnos a todos y cada uno de los recados, ya no podías correr como te gustaba, tuviste que renunciar a la pelota y a tantas cosas…. Te hiciste un abuelito perruno, pero siempre supiste disfrutar de todo lo que te quedaba, sin darle importancia a lo que dejaste atrás. Fuimos acortando las distancias que recorríamos, pero nunca te faltaron las ganas de disfrutar del airecillo de la libertad.

¿Y la abuelita? ¿Quién va a cuidar ahora de la abuelita y va a vigilar que mamá o alguna de esas cuidadoras que odiabas tenga un percance con ella ¿ehhh? . Nunca un abuelo tuvo un cuidador tan entregado, y si hubieras sido un poco más malo de lo que eras estoy seguro de que a más de uno le hubieras soltado un buen bocado 😊. ¡Se que pasabas algún mal rato, pero lo hiciste genial pequeño!

Nos has enseñado mucho, Coffee… Perro jefe. Me enseñaste a ser un líder sin parecerlo, a cuidar del resto por delante de mí mismo y a ejercer la autoridad- (si es que tengo alguna) con mesura. A divertirse 😉

Esta casa se queda hueca sin ti. La abuelita ya no tiene a su celador, Chulito está huérfano y ya no tiene quién le defienda cuando se meta en problemas. En fin. Aquí todos te extrañamos, y ninguno, absolutamente ninguno, te olvidaremos. Jamás

Descansa en paz, mi querido Coffee. Busca a perrita perrita y al abuelito, ellos te cuidarán ahí arriba. Disfruta, corre, caza, persigue conejos…sé feliz. Algún día nuestras áureas se volverán a cruzar.

Te querremos siempre.

Tu familia.

DEP Coffee

2005-2022

 

 

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