
Mi Kaiser, a pesar de que ya hace un mes que no estás no nos hemos acostumbrado, sigo esperandote siempre que entro en casa, pero no te veo, echo de menos el sonido de tus patitas caminando, tu alegría, tu amor por papá ( siempre ibas detrás de él, erais inseparables), tus ladridos, nuestros paseos por el campo, verte jugar con tus amigos perrunos, darte de comer aquella comida que tanto te gustaba, son tantos recuerdos que es imposible enumerarlos todos.
Te vi nacer y me acompañaste durante parte de mi infancia, adolescencia y juventud, has sido el perrito de toda mi vida desde que era niña y te fuiste demasiado rápido, sin esperarlo, aunque ya tenías 16 años no imaginábamos que el final estaba tan cerca.
Al menos tenemos el consuelo y queremos pensar que estarás en el cielo de los perritos jugando con tus amigos, al menos allí no estarás sufriendo como estuviste los últimos dias en la tierra, podrás jugar de forma ilimitada con la 🥎 como cuando eras joven ( que tanto te gustaba, recuerdo con cariño que más de una vez te quedaste con las 🥎 perdidas de la pista de tenis, no querías soltarlas y te las traías a casa, tenías una mini colección jajaja, a pesar de que el último año ya no podías sostenerlas por falta de dientes).
Descansa Kaiser, siempre estarás en nosotros y nunca te olvidaremos pequeño.