Si bien queremos que nuestra mascota viva eternamente, la realidad es que el ciclo de la vida no se detiene y muchas veces, la muerte de la mascota llega sin avisar por algún motivo en particular. Hoy te contamos lo que se debe hacer en estos casos:
1- Comunicarlo al registro pertinente:
Como si fuera una persona, el primer paso es notificarlo al registro correspondiente a la comunidad autónoma donde se encuentra nuestra residencia para que ellos mantengan su sistema de control actualizado.
Importante el hecho de evitar a toda costa enterrar tú mismo al animal ya que además de ser perjudicial para el medio ambiente, te expones a una sanción administrativa.
2- Llamar al veterinario de confianza:
Nuestro veterinario se llevará al animal para que con calma puedas decidir sobre el proceso a realizar con los restos de la mascota.
3- Cremación
La incineración individual a manos de un crematorio homologado y especializado es, actualmente, la alternativa más utilizada en España por el hecho de poder mantener las cenizas de nuestra mascota de forma integra y así poder llevarlo a casa nuevamente.