La vacunación en perros es la protección más fiable que le puedes ofrecer tu amigo peludo. Así, se librará de contraer enfermedades peligrosas como el moquillo canino, la leptospiroris o la rabia, entre otras muchas.
Muchas enfermedades infecciosas solo se han conseguido evitar o controlar gracias a protocolos de vacunación estrictos. Las vacunas protegen a nuestra mascota de bacterias y virus altamente contagiosos, por lo que aminoran el riesgo de infección e incluso previenen un final que nadie quiere.
Vacunación en perros, sinónimo de salud
Es importante saber que existen dos tipos de vacunas, las obligatorias y las opcionales. Vamos a ver cuáles son cada una de ellas y con cuál contribuimos a que nuestro perrito no pase por malos momentos.
Vacunas obligatorias para prevenir riesgos
Estas son prácticamente un deber. Nuestro compañero de vida necesita tenerlas puestas. Protegen a nuestro pequeño e incluso a nosotros mismos de agentes patógenos.
Hay que tener en cuenta que incluso para entrar en muchos países, si vamos con nuestro perro, pueden pedirnos la cartilla de vacunación. Es por ello que resulta importante ponerle las vacunas obligatorias.
Es obligatorio vacunar al perro contra enfermedades como el moquillo canino, la hepatítits caninca crónica, la parvovirosis, la rabia y la leptospirosis.
Vacunas opcionales para perros
La recomendación de estas es relativa. Esto es porque no afecta a todos de igual forma, lo que no quiere decir que no sean importantes.
Dependiendo de factores como la edad, el entorno o la constitución, estas vacunas son más o menos necesarias. Para saber qué vacuna debes ponerle a tu perro en este caso, es conveniente visitar a un veterinario para sopesar los beneficios y riesgos.
Para completar su inmunición, las vacunas opcionales evitarían enfermedades como la tos de las perreras, la enfermedad de Lyme, la leishmaniasis o las infecciones por hongos.
Apostar por la vacuna polivalente
La vacuna polivalente previene contra diversas enfermedades. Esta vacuna contiene varios tipos de antígenos que son las sustancias que desencadenan la formación de anticuerpos en nuestro perro.
Así, el perro adquiere inmunidad ante una enfermedad determinada, sin haber tenido que sufrirla, ni superarla antes.
Optar por esta vacuna reduce el número de inyecciones que hay que suministrarle a nuestro pequeñín. No obstante, el fortalecimiento del sistema inmunitario que aporta esta dosis es temporal, por lo que necesita control y vacunación de forma periódica para que el efecto se mantenga.
Esta vacuna, protege a nuestros compañeros de enfermedades como el moquillo, la parvovirosis canina o la parainfluencia canina.