Seguro que más de una vez te has cruzado con un perro guía por la calle y te has quedado alucinando de las técnicas de estos animales y su comportamiento. Estos héroes de cuatro patas facilitan la vida de personas invidentes desde hace siglos, pero ¿Cómo y cuándo se comenzaron a adiestrar perros con este fin?
Los primeros datos que reflejan el comportamiento de perros guía datan de 1827 en Austria, donde Leopold Chimani escribió un libro en el que narraba la historia de un chico de 17 años ciego que había adiestrado a sus tres perros. Tiempo después, también en Alemania, empezaron a publicarse libros que reflejaban técnicas de educación caninas y en 1845 Jacob Birrer hizo públicos los métodos que él mismo había empleado para enseñar a sus perros.
Sin embargo, no fue hasta la Primera Guerra Mundial cuando se contempló la posibilidad de entrenar a perros en masa para ayudar a las personas. Esto fue debido a la inmensa cantidad de soldados que regresaban de la batalla cegados a causa de gas venenoso. La idea fue del Dr. Gerhard Stalling, un médico alemán que un día fue llamado de urgencia y dejó a su perro con un paciente ciego para que le hiciera compañía. Al regresar vio cómo el animal había cambiado su comportamiento para ayudar a ese paciente que no podía ver. Esto le llevó a abrir la primera escuela del mundo dedicada al adiestramiento de perros guía para personas invidentes en 1916.
Fuente: ONCE
Perros Guía en España
En nuestro país, la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) fue creada en 1990 siguiendo el modelo de las escuelas de perros guía europeas y norteamericanas. Cada año, más de 140 perros terminan su formación y están listos para trabajar.
Debido a sus condiciones físicas, comportamiento y temperamento, las razas más comunes para llevar a cabo un adiestramiento son labrador retriever, golden retriever, pastor alemán y flat coated retriever.
Cuando los cachorros cumplen dos meses son acogidos por familias educadoras que han sido seleccionadas especialmente por la FOPG, quien proporciona todo el apoyo técnico necesario y asume todos los gastos de acogida.
Fuente: ONCE
La socialización es la función primordial que desarrollan estas familias. Además de adaptarse a vivir con personas extrañas, los perros aprenden a acostumbrarse a situaciones del día a día, a enfrentarse a entornos con ruido o bullicio como transporte público o tiendas y, por supuesto, a desarrollarse, obedecer y recibir mucho amor y cariño.
Con estas familias pasan un año entero, desde los dos a los catorce meses, tras el que regresan a la escuela de la FOPG para comenzar su adiestramiento. Esta educación abarca desde órdenes muy comunes a habilidades específicas como señalar bordillos, evitar obstáculos o caminar en línea recta. Una vez que su enseñanza ha finalizado, cada perro es capaz de afrontar la toma de decisiones en situaciones complejas como buscar y señalizar pasos de peatones. Ha llegado el momento, ya está preparado para guiar y caminar junto a la persona invidente o con deficiencia visual que le necesite.
Instructores de la FOPG se encargan de asignar a cada perro con su futuro dueño teniendo en cuanta las necesidades de cada persona y las habilidades del perro. Perros guía y personas comienzan una nueva vida juntos.
¿Quién puede ser usuario de un perro guía?
Actualmente más de 2.700 perros guía han cambiado la vida de sus dueños en nuestro país, mejorando su movilidad, haciéndolos más autónomos y acompañándoles en su día a día, pero no todas las personas ciegas pueden convertirse en dueños de un perro guía. Es imprescindible que quien lo solicite sea capaz de moverse de forma autónoma con bastón y tenga un buen sentido de la orientación. Por supuesto, también necesita asegurar que podrá hacerse cargo del animal en cuanto a su cuidado, alimentación y veterinario.
Fuente: ONCE
En la página web de la ONCE se encuentra toda la información necesaria para solicitar un perro guía.
¿Te gustaría educar a un cachorro?
Acogiendo a uno de los cachorros de la FOPG estás ayudando a que se convierta en un futuro perro guía y mejore la calidad de vida de una persona con discapacidad visual. Tu misión consistirá en enseñarle pautas de obediencia básica, llevarle contigo a todas partes, cuidarle y darle mucho amor y cariño. Un futuro perro guía no puede estar más de dos horas sólo, esta es una de las condiciones a tener en cuenta si quieres comprometerte a su educación.
Fuente: ONCE
La FOPG te facilitará el contacto con un supervisor para que en todo momento tengas el apoyo y asesoramiento que necesites. Si vives en la Comunidad de Madrid, podrás desplazarte a su centro en Boadilla del Monte para realizar todos los controles y vacunaciones. Si cumples los requisitos y lo tienes claro, rellena este formulario para verificar si puedes convertirte en educador de un perro guía. Tu labor será esencial.
Si acoger a un cachorro no entra dentro de tus posibilidades pero igualmente quieres colaborar, también puedes adoptar un perro jubilado, hacer una donación a través de la página web de la ONCE o informarte sobre la futura posibilidad de apadrinar.