¿Qué decir o cómo actuar cuando un ser querido ha perdido su mascota?

¿Qué decir o cómo actuar cuando un ser querido ha perdido su mascota?
14 abril, 2021 Sergio

La ley fundamental de la vida, es la Muerte. Así como pasa con los seres humanos, nuestras mascotas no son indiferentes a la muerte, de hecho, hay quienes dicen que las mascotas tienen menos años de vida, porque su función en la Tierra es hacernos felices y eso es una tarea que cumplen muy pronto.

Muchos de nosotros vivimos este proceso con algún amigo o familiar, donde este ser querido ha perdido a su mascota. Sin embargo, el que no ha vivido la pérdida en carne propia, no siempre sabe cómo puede sentirse esta persona o bien no sabe cómo actuar en este momento.

Creemos que lo más conveniente en estos casos es escuchar a ese amigo o ese familiar porque puede que su perdida sea profunda. Recuerda que para muchos, su mascota era su fiel compañero y con quien tuvo estrechos lazos de amor y amistad. Por tanto, no ignores cuando esta persona se acerque a ti y quiera desahogar su pena contigo.

 

Además, creemos que preguntas como: ¿Qué puedo hacer por ti? Le reconfortarán y le hará entender que no está sólo. También puedes realizar comentarios como: “Hiciste lo mejor para el”, “No pudo tener una mejor vida”, “Fue siempre dichoso de pertenecer a tu familia”, “Te ha regalado los mejores momentos”. Siempre es de buen gusto que alguien te comente que lo has hecho bien.

Es importante que no juzgues a la persona por su tristeza, es un ser querido que necesita apoyo y comprensión, por tanto evita comentarios negativos como: “Es solo una mascota”, “No es como un hijo”, “no estés triste”,“Tienes otras mascotas”, “¿Cuándo adoptarás otro?”.

Debes ser respetuoso con el dolor ajeno. La pérdida de una mascota es un proceso tan doloroso y real como puede ser la pérdida de un ser humano y cada persona tiene una manera diferente de sobrellevarlo. No olvides ser cercano y sobre todo HUMANO, basta con tener un gesto cariñoso con esa persona, que seguro será retornado.

 

(Por Rebeca Malaver.)