¿Pueden tu perro y gato llevarse bien? Consejos para una buena convivencia

¿Pueden tu perro y gato llevarse bien? Consejos para una buena convivencia
24 julio, 2019 Sara

Llevarse “como el perro y el gato” siempre está asociado a conflicto o experiencias negativas pero lo cierto es que, lejos de la creencia popular, perros y gatos pueden llegar a convivir en perfecta armonía.

Como es lógico, ambas especies necesitan siempre un tiempo de adaptación y aceptación entre ellos y con su entorno. Así que si estás pensando en juntar a tu gato con un perro o a tu perro con un gato, toma nota de todo lo que debes tener en cuenta:

Presentación de tus mascotas

Los problemas de convivencia entre perros y gatos normalmente se originan por una mala presentación. Es normal que no se entiendan a la primera ya que son especies diferentes con comportamientos muy distintos.

Si ambas mascotas son cachorros, alguno de los dos marcará las pautas de la convivencia, ya sea con gruñidos, bufidos o con algún manotazo pero sin mala intención. Será la forma de indicar a su nuevo compañero el territorio que quiere que tenga.

Otro caso bastante diferente es si ya tenemos en casa un perro o gato adulto y queremos incorporar al hogar un cachorro. Siempre es posible, pero tenemos que tener la paciencia, atención y tiempo necesarios para que se adapten. No podemos dar por hecho que simplemente juntándoles en casa y esperando un tiempo se adaptarán, ya que en muchos casos pueden surgir problemas, como es lógico según el carácter y territorialidad de cada animal.

¿Cómo puedo presentar a mi gato y mi perro?

Algo que puede ayudarte es preparar a ambos animales días antes de su encuentro. Para ello coge un trapo o toalla y frota a cada una de tus mascotas con ella. Después intercambia los trapos para que cada uno conozca el olor del otro. Con el gato conviene frotar el trapito por debajo de la cabeza ya que es por donde libera sus feromonas. Es simplemente una acción que puede ayudar, pero no pienses que sólo con esto su encuentro será pan comido.

Con esto conseguimos un primer acercamiento entre ambos y así el primer día que estén en la misma casa, el contacto que pueden tener será olerse por debajo de la puerta, sin llegar a verse.

De manera progresiva, conviene que el primer contacto visual de los dos animales se realice a través del transportín. Esto es, cada animal dentro de su transportín y los colocaremos uno en frnete del otro para que puedan verse con facilidad. Conforme vayan pasando los días podemos ir acortando la distancia de separación entre cada transportín. Para relajar a ambos animales, podemos crear asociaciones positivas con la comida, dando premios al acercar el transportín.

El siguiente paso será abrir la puerta del transportín al gato y dejar que él decida cuándo quiere acercarse a oler el transportín del perro. Finalmente podemos sacar a ambos animales de sus transportines y dejarlos cerca, aunque manteniendo al perro con su correa para tener control de la situación si se diera en caso de que el encuentro no fluye.

Es imprescindible tener en cuenta algunas zonas de escape para el gato, sitios donde no pueda acceder el perro como estanterías o taburetes altos, depende del tamaño de nuestras mascotas y nuestra casa.

Claves para que la convivencia entre perros y gatos sea posible

Una relación pacífica entre tus mascotas en casa es imprescindible para que puedas disfrutar de tus animales, por lo que todo lo que esté en tu mano para facilitar estos buenos comportamientos es bienvenido.

Es muy importante tratar de evitar la sobreexcitación, sobre todo de tu perro. Para que ambos animales estén tranquilos, puedes organizar el encuentro entre ellos después de un largo paseo con tu perro, para que juegue con otros canes y llegue más cansado y relajado antes de ver al gato.

Debes mantenerte firme y lo más imparcial posible, mantenerte neutral ya que no es bueno influir a nuestras mascotas con nuestras emociones y recuerda que los primeros encuentros deben ser de corta duración y con premio para ambos animales.

Comportamientos que debes evitar

  • A la hora de su encuentro, no cojas a tu gato en brazos. Podría arañarte por los nervios y es más fácil que la situación se descontrole.
  • No dividas tu hogar en zonas para cada animal (por ejemplo el gato en la habitación y el perro en el salón). Si haces esto, será muy difícil que ambos animales lleguen a tolerarse en la misma casa con el paso del tiempo, ya que dividir su espacio aumenta su instinto territorial.
  • Evita que uno se coma la comida del otro (por lo general suele ser el perro quien pueda comerse la comida del gato). Ambos animales son depredadores, por lo que es fácil que se pueda iniciar una disputa debido a la comida. Puedes dar de comer a cada una de tus mascotas en zonas diferentes y si con el tiempo se respetan no necesitarás hacer esta diferenciación.
  • No compartas sus juguetes. Los celos por ciertos juguetes empeorarán mucho la relación entre tus mascotas. Cada uno debe tener sus juguetes y distracciones, sobre todo teniendo en cuenta también que son una buena forma de distracción cuando tú no estés presente.