A veces perros o gatos tienen comportamientos extraños que incluso pueden parecernos simpáticos o divertidos. Nuestras mascotas no lo tienen fácil para comunicar cómo se sienten, por eso debemos estar atentos para detectar cualquier anomalía. Cuando un perro o gato presiona la cabeza contra la pared, puede ser una señal de que algo no anda bien en su salud. Acude rápidamente al veterinario.
Presión de cabeza y posibles patologías
Si tu mascota aprieta con firmeza la cabeza sobre una superficie plana, sea el suelo o la pared, puede ser que tenga una pequeña molestia, pero también puede ser una señal de una patología más peligrosa e incluso letal.

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El acto de presionar la cabeza contra la pared u otra superficie se denomina clínicamente “presión de cabeza”. Es algo que tu mascota realiza de forma compulsiva y continuada en el tiempo. Un acto que no debe ser confundido con la llamada “embestida de cabeza” que es cuando el perro o el gato frota su cabeza contra ti u otro animal y que es una forma de expresar su cariño.
Cuando una mascota frota fuertemente la cabeza contra la pared puede indicar que sufre una enfermedad de tipo neurológico o algún daño en el sistema nervioso. Al igual que les sucede a las personas cuando sufren fuertes migrañas, tienden a presionar las sienes para menguar el dolor.

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Entre las posibles patologías de perros o gatos que “presionan la cabeza” están:
- Desviación del hígado
- Tumores en el cerebro o cráneo
- Trastorno metabólico
- Envenenamiento tóxico
- Golpe en la cabeza
- Infección del sistema nervioso
- Accidente Cerebro-vascular (ACV)
- Encefalitis (inflamación del cerebro y la médula espinal)
- Encefalopatía Hepática
Si detectas esta señal, acude a un veterinario cuando antes para que haga un diagnóstico correcto.
Otros síntomas asociados a este comportamiento
Si además de frotar la cabeza contra la pared, la mascota presenta alguno de estos síntomas, no dudes ni un minuto en acudir a una clínica veterinaria, el tiempo es oro.
- Caminar en círculos o dar vueltas sobre sí mismo
- Convulsiones
- Cadencia constante
- Problemas visuales o mirada perdida
- Quedarse inmóvil, sea mirando a la pared o en un rincón
- Cambios de humor sin justificación
Recuerda que la “presión de cabeza” no es más que la forma que encuentra tu perro o gato de aliviar su dolor. Acude al veterinario.