Llegado el momento del adios, nos es dificil imaginarnos la vida sin la alegría que nos proporcionó en su momento esa mascota en casa. Y es que al final se convierten en un miembro más de la familia y es por eso que no solo sentimos dolor por su ausencia, sino que además nos llenamos de sensaciones y recuerdos que a su vez pueden ser tangibles o no. Eso es lo que vamos a conocer como luto.
Pero previo a esta fase, justo antes del final, es importante tener presentes los buenos momentos vividos, las alegrias y las memorias generadas por ese compañero tan singular. Es allí cuando el vinculo se hace todavía más fuerte y aunque sabemos que es el camino natural de las cosas, deseamos por todos los medios que no llegue nunca.
¿Por qué despedirse?
Como hemos dicho en reiteradas ocasiones, cada mascota merece una despedida digna. Esa despedida, más allá de la cremación, incluye el momento a solas con tu mascota. Es importante para mitigar el dolor compartir momentos con ella previos al adios. Un último paseo, jugar su juego favorito, una tarde tumbados en el sofa… son unas de las tantas maneras que tienes para dejar que todo fluya y demostrarle a tu mascota que estás eternamente agradecido por todos los momentos maravillosos que te ha dado.