La muerte de un ser querido es uno de los momentos más difíciles en la vida de una persona. Cuando se muere nuestra mascota, debemos enfrentarnos al vacío de su pérdida de la mejor manera, pero además, también debemos afrontar una serie de obligaciones y trámites más prácticos sobre qué debemos hacer con el cuerpo del animal fallecido.
Existen diferentes opciones cuando se muere nuestra mascota
Incineración de mascotas
Sin duda, es nuestra mejor opción. Aunque no eran muy comunes los crematorios de mascotas, el uso de este tipo de servicio se está generalizando. Te permiten despedirte de tu mascota, perro o gato en un ambiente íntimo y en familia respetando al máximo ese duro momento.
En Cremascota te ofrecemos diferentes servicios para este delicado momento, además hacerlo con todas las facilidades: Traslado del animal desde el domicilio o veterinario, velatorio, libro de firmas, servicio de atención psicológica, entrega de cenizas y si lo decides, acompañamiento en el proceso de incineración.
Dejar todo en manos de los servicios municipales
Lo más normal es llamar a los servicios municipales que correspondan, se encargan de la recogida aunque desgraciadamente no existen certezas de qué se hace con el cadáver, al respecto existen muchas teorías, desde que acaban en una fosa común hasta que se utilizan como alimento en los zoológicos.
Acudir a un veterinario
Cuando el animal fallece en un veterinario, este puede encargarse del proceso a través de dos opciones: En la primera, la mascota pasa por una incineración colectiva y el traslado a una fosa común o incluso a un vertedero, una experiencia que oscila entre los 50€ y 200€ (el precio lo determina el centro veterinario), distando mucho de ser una digna despedida de tu perro o gato. En el segundo caso el veterinario tramita la incineración individual del animal y después te entrega las cenizas, todo esto tiene un coste que va desde 200€ hasta 300€ dependiendo del peso del animal. El problema es que es una despedida despersonalizada y no tenemos ninguna certeza de que las cenizas que nos entregan son las de nuestra mascota.
Lo importante es que seas consciente de que la elección corresponde al dueño, eres tú el que decide con qué crematorio quieres contratar y de qué manera actuar. Desgraciadamente muchas veces puede haber personas que aprovechan nuestros momentos más bajos para tomar la decisión por nosotros y esta no siempre es la mejor.
Malas prácticas
Enterrar a la mascota en el campo o en el jardín o tirarlos a la basura es desgraciadamente una práctica bastante común, además de ser completamente ilegal ya que puede ser peligroso a nivel sanitario. Los animales en descomposición pueden ser un foco de contaminación y por tanto infecciones para personas y otros animales. Además, puedes enfrentarte a multas de hasta 10.000€ dependiendo de la legislación de tu comunidad.
Existen también una serie de trámites legales a tener en cuenta durante el proceso, puedes ampliar esta información en el siguiente artículo de Toppercan.es.
Sabemos que el momento en el que muere tu mascota es difícil, por eso, lo mejor es dejar en manos de profesionales los trámites más duros y que te lo pongan fácil. Poder sobrellevar la pérdida con el apoyo necesario es la mejor opción.
Desde Cremascota, ofrecemos todo lo necesario en esto momentos, porque creemos que tu mascota merece ser tratada el amor y el respeto también cuando muere.
Tu mascota lo haría todo por ti. ¿Tú que estás dispuesto a hacer por ella?
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